EL PASADO Y NUESTRO ROL HISTORICO
Actualmente en nuestro país como en el resto del mundo, los hombres gran parte de ellos, siente un gran deseo de hacer, de creer, de amar y luchar fervientemente por algo. Muchos se recobijan en el amparo y la aplicación de mandamientos o leyes divinas, otros por doctrinas que ni siquiera comprenden, pero tienen esa esencia, esa energía mágica que hace creer y esperar a los hombres, la Fe.
El hombre en especial los jovenes quieren creer. Sienten eso que los profesionales llaman “vacío existencial”. Se refugian como cachorros ante el amparo de su madre, en lo que da o mejor dicho, en lo que le ofrece el orden liberal.
¿Pero qué nos ofrece el orden liberal? Distracción. El hombre distraído, poco o nada puede hacer. Aturdidos, agotados, confusos, cansados, agnósticos somos presa fácil a sugestiones prefabricadas con la más siniestra intención.
¿Y con qué nos distraen? En lo fundamental con creencias, que suponemos nos liberará de este mundo de opresión. Nos manejan en base a la información.
Como este escrito es de jóvenes y para jóvenes políticos, diremos que el orden liberal nos maneja en base a informacion, en base a eso nos hacen odiar o amar al presente, eso puede ser bueno, lo malo está en sus postulados sobre el futuro. En general nos hacen repudiar el pasado, tanto desfigurándolo, negándolo, etc.
Nadie lo niega, quién no quiere un mundo mejor, justo, fuerte y sano, pero cuál es más creíble ¿Un bienestar que ya existió, que se palpó, que se vivió o un bienestar que aún no ha existido, no se palpó ni mucho menos se vivió? ¿Quiénes fueron los que crearon el idioma, las maneras de pensar e interpretar, las costumbres y tradiciones, las grandes y majestuosas fortalezas, los grandes caracteres y voluntades? Fueron nuestros antepasados, ellos dieron la piedra angular del conocimiento a la humanidad.
Cuándo se vieron vastos ejércitos con solemne disciplina y espíritu heroico, cuándo y dónde se vio una población donde practicaban el principio del Ayni o ayuda mutua, donde el Estado fuertemente organizado velaba por el bienestar total de su poblacion, donde había leyes muy justas pero tambien muy severas, donde la gente se alegraba, cantaba y bailaba de felicidad trabajando. El trabajo era sinonimo de alegria. Todo eso se vio aquí, en estas tierras, dichosos debemos de sentirnos de ser herederos de esa magnifica cultura, de que por nuestra sangre nos han transmitido instintivamente los sentimientos “panteístas”, como cuando vemos con algarabía un tubérculo o una roca con formas anómalas, cuando en ciertas épocas del año preparamos en una mesa un sin número de alimentos y bebidas para nuestros “muertos”. ¡Es que la filosofía “animista” la llevamos dentro! Solo falta explorarla.
Algunos estudiosos afirman que las células por sí mismas son depositarias de ciertas informaciones que el sujeto a captado en su vida y que la transmiten a otros, vía hereditaria, por eso no es raro ver a jóvenes que se ven inclinados a la política, a los negocios, religión, armas, etc. Que sus padres o abuelos seguramente lo fueron.
En el pasado es donde se encuentra oculta nuestra felicidad, no en aquel pasado opresor, penoso y de por si malo, no bregamos por ese pasado. La única forma de odiar nuestra Cultura ancestral , es amando el modernismo actual, por ello el marxismo como teoría es nuestro peor enemigo porque busca eso, el odio a nuestro pasado, a la búsqueda de cualquier elemento para repudiarlo ya sea por su jerarquia, severidad o su justeza. El marxismo “ama lo nuevo” le rinde culto, cual mesías que anuncia un mundo nuevo, el mundo de la modernidad. Es repugante porque pone como excusa de lucha al dinero o como ellos llaman, lo economico.
No estamos en contra de nuestros compatriotas que adoptan tales teorías (marxismo, democracia, liberalismo), no. Estamos contra de esas teorías que engañan a nuestros hombres, nuestra estirpe y a nuestra sangre; estamos contra todo tipo de teorías que destruyen a nuestra cultura, que ponen al dinero como alma y motor de la sociedad.
Por tal razón, nos vemos en la necesidad de asumir una postura categórica frente a tantos engaños que el orden liberal nos viene inyectando cual tóxico. Solo queda un camino, un puente de salvación, un último bastión: nuestra tierra y nuestra sangre.
Hola mi nombre es Juan Carlos, y estuve leyendo este articulo, me alegra mucho saber que hay personas con esa ideologia, recuerden siempre que la fuerza del un pais radica en los JOVENES, pero si estos jovenes no estan preparados la debilidad rondara en todo y nunca se podra salir del lugar en donde nos encontramos ahora…. Es por ello que Apoyo totalmente con esta ideologia.
Me parece muy bien que halla jóvenes como ustedes, que estén a la vanguardia de esta sociedad. Es muy dificil, lo sé.
Pero estoy completamente seguro que si persisten lograrán sus objetivos.
Yo soy marxista y me es dificil aceptarlo pero tienen mucha razón al decir sobre el verdadero eje que mueve al comunismo. De todas formas me gustaría saber más acerca de ustedes y de su ideología.
Talvez me podrían dar alguna bibliografía al respecto.
gracias.